Un estudio realizado en Estados Unidos demostró que algunas personas eligen la comisa sana, cuando se les muestra la cantidad de ejercicio que tienen que realizar para bajar lo comido.
Obama aprobó en 2010 una ley de salud pública que obliga a los restaurantes que poseen más de 20 locales a que incluyan en el menú la cantidad de calorías que contiene cada plato. Sin embargo, en la práctica este hecho no ha llevado a muchos estadounidenses a escoger comidas menos calóricas.
A pesar de esta medida los norteamericanos siguen prefiriendo las comidas que más engordan. Por eso un grupo de expertos intentó una táctica diferente, donde realizaron un estudio donde participaron 300 personas de entre 18 y 30 años a quienes se les entregó un menú con las mismas opciones de comidas y bebidas.
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