Un mes después de realizada la última elección de directiva de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), se presentaron dos impugnaciones acusando alteración de padrones, votantes inhabilitados, pérdida de material electoral y falsificación de certificados.
Esta semana la presidenta de la multigremial, Bárbara Figueroa, reconoció las acusaciones a través de una carta ante el Tribunal Electoral y pidió anular la votación.
La acción de Figueroa fue fuertemente criticada por el ex presidente de la CUT, Arturo Martínez, quien dijo que “está reconociendo que su lista le agregó al padrón electoral de la CUT cerca de 80 mil votos de más”.
Martínez había sido declarado ganador por el Colegio Electoral Nacional de la CUT. Algunos dirigentes le recordaron que las acusaciones no lo excluían.
Tal fue el caso del presidente de la Confusam, Esteban Maturana, quien señaló: “La actual directiva es ilegítima y fraudulenta. Con eso me refiero a Bárbara Figueroa, a Norberto Díaz y, por supuesto, a Arturo Martínez”.
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