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Esperaba una jornada más tranquila, pero terminó siendo una jornada para el olvido para este guardia del Firhill Stadium en Escocia. 

Jugaba el local, Patrick Thistle, contra el Rangers. La visita con el hambre de obtener un triunfo que los volvía a meter en un torneo europeo después de seis largos años. Y el milagro ocurrió en el último segundo.

Minuto 90+3 y Garner culmina una jugada de ensueño que desató el delirio de la hinchada visitante. 

La celebración fue tan eufórica que los hinchas se metieron a la cancha a abrazar a los jugadores, y sólo había un indefenso guardia para detener la invasión. 

Y se vio tan superado que decidió abandonar todo rastro de interés en parar a la gente y simplemente se dedicó a crear un “muro invisible” con la fe de que eso los detendría. 

La situación no pasó a mayores, puesto que todo era alegría para una fanaticada de un club que ya aseguró su paso a Europa League. 

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