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(CNN) – Las hemorroides han plagado los derrieres de la humanidad desde hace siglos.

Se dice que el líder francés Napoleón Bonaparte tenía una protuberancia rectal que le causó un gran dolor durante la batalla de Waterloo y que afectó su habilidad para liderar y al final le costó la victoria.

La palabra hemorroides en realidad se refiere a cojines de tejido que se alinean en el canal anal. Todos tenemos hemorroides, pues son responsables de reforzar y apretar el canal anal y el músculo del esfínter que impiden que se filtren los inmencionables cuando tosemos o estornudamos.

Pero esos tejidos se rompen y para los 50 años la mitad de nosotros habremos sufrido al menos un episodio de este picante, ardiente e insoportable evento de la vida. Sin embargo, las hemorroides no son un tema del que usualmente se hable, ni siquiera fuera de la mesa.

¿Qué es lo que causa estos insoportables dolores? ¿Son peligrosos? ¿Qué tratamientos hay disponibles? Y si alguna vez has sufrido, estarás de acuerdo con que esta es la pregunta más importante: ¿cómo previenes las hemorroides?

Causas de las hemorroides

Piensa en las hemorroides como la versión anal de las venas várices. La mayoría del tiempo están ahí, haciendo su trabajo. Pero ponles presión —como obesidad, o presión extra durante una evacuación intestinal, peso extra o embarazo, tiempos prolongados de estar sentado en un auto o en avión, o mientras estás en el baño, o una diarrea crónica o constipación— y el tejido se inflamará, se hará nudos y usualmente se vuelve doloroso.

Existen otras razones para esta experiencia desafortunada. Con la edad los tejidos de conexión pueden volverse débiles y quedar fuera de forma, lo que puede provocar el prolapso, o la caída, de una parte de la pared anal. Las relaciones sexuales anales también pueden producir el mismo efecto o irritar las hemorroides existentes o hacer que sangren.

Tipos de hemorroides: internas y externas

Si tuvieras que elegir, elige las internas.

Las hemorroides internas ocurren en el recto bajo, donde no hay centros de dolor, así que no duelen.

Pero es aterrador cuando sangran, normalmente con un color rojo brillante debido al alto contenido de oxígeno en el área. A veces, las hemorroides internas pueden caer fuera del ano, recolectando partículas diminutas de heces u otros materiales, dando lugar a picazón intensa conocida como prurito ani.

Las hemorroides externas, por el contrario, desarrollan piel alrededor del ano y pueden ser extremadamente dolorosas al sentarnos, limpiarnos o en la vida cotidiana, especialmente si un coágulo de sangre o una trombosis se desarrolla dentro del saco de las hemorroides. Incluso si el coágulo se resuelve por sí solo, lo que puede suceder en una o dos semanas, la hemorroide encogida puede dejar una marca en la piel que puede causar problemas de higiene.

¿Son peligrosas?

Muy rara vez. Si la pérdida de sangre de las hemorroides es severa, hay un chance que se produzca anemia, con la que no tienes suficientes glóbulos rojos para llevar el oxígeno necesario en todo el cuerpo.

Las hemorroides internas pueden colapsar y ser “estranguladas” cuando el suministro de sangre es cortado por los músculos anales. Puede producir coágulos de sangre, infecciones, y en casos extremos, gangrena o sepsis. Algunos pacientes necesitarán cirugías en casos extremos.

Lo que puede ser peligroso es asumir que los síntomas que tienes sean hemorroides sin que un especialista colorectal para que lo examine. Aunque no sea la experiencia más placentera, puede tratarse de muchas otras enfermedades que imitan los síntomas de una hemorroide.

Sangrar, por ejemplo, es uno de los síntomas más comunes de las hemorroides, pero también son un signo de cáncer colorectal o anal.

Tratamientos

La mayoría de las hemorroides pueden ser manejadas en casa con cuidado para no exacerbar el problema. Trata de no ejercer tensión cuando haces tus necesidades o sentarte durante mucho tiempo. Ablandadores de heces, hidratación y fibra adicionales pueden ayudar con el estreñimiento.

Para las hemorroides externas, estudios demuestran que la hinchazón y el pico de dolor tienden a finalizar en un periodo de cuatro días. Entre tanto los baños tibios en la bañera o baños anales pueden reducir el dolor y la picazón.

Esteróides y analgésicos pueden ayudar a controlar el dolor, pero estudios demuestran que hacen poco en el largo plazo. En casos extremos, los médicos pueden recomendar una extirpación de las hemorroides, posiblemente entre 48 y 72 horas después de que los síntomas empiecen.

¿Cómo prevenirlas?

Bebe mucha agua e introduce más fibra en tu dieta, ambas cosas pueden ayudar a disolver las heces duras y mantener tu tracto digestivo con movimientos suaves. Para evitar el exceso de gases, aumenta la fibra durante una semana o hasta que tu sistema se ajuste.

El Instituto de Medicina recomienda 25 gramos de fibra cada día para las mujeres y 38 gramos para los hombres. Y como la mayoría de las personas no consumen la fibra necesaria, te aconsejamos comer muchas frutas frescas y vegetales.

Además puedes agregar panes y granos integrales a su dieta. La avena y el trigo también son buenas opciones.

Pero si no puedes comer toda esa cantidad de fibra, considera un suplemento de fibra. Varias opciones populares pueden venir en polvo que puedes agregar a 8 onzas de agua, pero asegúrate de tomar otros ocho vasos de agua cada día.

Lo sentimos, ¡el alcohol no cuenta!

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