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(CNN Español) – Para muchos científicos está muy claro que nuestro planeta está entrando en su sexta extinción masiva, lo que significa que las tres cuartas partes de todas las especies podrían desaparecer en los próximos siglos.

Eso es aterrador, especialmente porque los humanos estamos contribuyendo a este cambio.

Pero eso ni siquiera es el cuadro completo de la “aniquilación biológica” que las personas están infligiendo al mundo natural, según un estudio publicado el lunes en Proceedings of the National Academy of Sciences. Gerardo Ceballos, profesor de ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México, y sus coautores, entre ellos el conocido biólogo Paul Ehrlich, de la Universidad de Stanford, citan nuevas y sorprendentes evidencias de que poblaciones de especies que pensamos son comunes están sufriendo de una manera que está pasando desapercibida.

“Lo que está en juego es realmente el estado de la humanidad”, dijo Ceballos a CNN.

Sus conclusiones principales: casi un tercio de las 27.600 especies de mamíferos terrestres, aves, anfibios y reptiles estudiadas están disminuyendo en términos de número y alcance territorial. Los investigadores llamaron a esto un “grado extremadamente alto de decaimiento de la población”.

Los científicos también analizaron un grupo bien estudiado de 177 especies de mamíferos y encontraron que todos ellos habían perdido al menos el 30% de su territorio entre 1900 y 2015. Más del 40% de esas especies “sufrieron graves disminuciones de población”, lo que significó que perdieron al menos el 80% de su área geográfica durante ese tiempo.

“La sexta extinción masiva de la Tierra es más grave” de lo que se pensaba anteriormente, escribieron los autores. Dicen que un gran evento de extinción está “en curso”.

“Es el estudio más completo de este tipo hasta la fecha”, dijo Anthony Barnosky, director ejecutivo de la Reserva Biológica Jasper Ridge de la Universidad de Stanford, quien no participó en el estudio. Su valor, dijo Barnosky, es que hace visible un fenómeno típicamente invisible para los científicos y el público: que incluso las poblaciones de especies relativamente comunes están en crisis.

“Cuando te das cuenta de que hemos aniquilado el 50% de la vida silvestre de la Tierra en los últimos 40 años, no hay que hacer matemáticas complejas para adivinar que, si seguimos eliminando la mitad cada 40 años, pronto no quedará nada”.

Stuart Pimm, director de ecología de la conservación en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, resumió el concepto de esta manera: “Cuando miro los bosques que constituyen mi vista desde mi ventana, sé que ya no tenemos lobos, ni panteras ni osos negros alrededor. Hemos eliminado muchas especies de muchas áreas, por lo que ya no tenemos un conjunto funcional de especies en grandes partes del planeta”.

Este es un punto importante a destacar, dijo Pimm. Pero el análisis del nuevo estudio corre el riesgo de exagerar el grado en que ya están ocurriendo los eventos de extinción, dijo, y la metodología de investigación no tiene el nivel de granularidad necesario para ser particularmente útil para los conservacionistas.

“Lo que hace un buen mapa es decirte dónde debes actuar”, dijo Pimm. “El valor de la investigación de Ceballos da un sentido del problema, pero dado que hay un problema, ¿qué demonios vamos a hacer al respecto?”.

A menudo, los científicos que estudian la crisis en el mundo natural se centran en las especies que están en riesgo de extinción a largo y corto plazo. Estas plantas y animales tienden a ser raros y desconocidos, a menudo restringidos a una isla o un bosque.

Pero, como muestra esta investigación, poblaciones enteras de plantas y animales bien conocidos están ya en crisis, aunque todavía no estén al borde de la extinción.

Piensa en el elefante africano. “Por un lado, se puede decir, ‘muy bien, todavía tenemos alrededor de 400.000 elefantes en África, y eso parece un número realmente grande"”, dijo Barnosky. “Pero entonces, si retrocedes, más de la mitad de lo que era su población en la primera parte del siglo pasado desapareció. Había más de 1 millón de elefantes.

“Y si nos fijamos en lo que ha sucedido en la última década, hemos estado reduciendo sus números tan rápido que si seguimos a ese ritmo, no habrá más elefantes salvajes en África en 20 años”.

Veinte años. No más elefantes africanos. Piénsalo.

Últimamente ha habido cierta controversia sobre si la sexta extinción masiva ya ha comenzado o simplemente está en el horizonte, pero hay poco desacuerdo entre los científicos en que los seres humanos están conduciendo a una crisis ecológica sin precedentes.

Y las causas son bien conocidas. La gente está quemando combustibles fósiles, contribuyendo al cambio climático. Están talando los bosques para la agricultura, hasta el punto de que el 37% de la superficie terrestre de la Tierra son ahora tierras de cultivo o pastizales, según el Banco Mundial. La población mundial sigue aumentando, junto con nuestra sed de tierra y consumo. Y por último, pero no exclusivamente, los cazadores furtivos están llevando el número de elefantes, rinocerontes, jirafas y otras criaturas con partes del cuerpo valiosas en el mercado negro a niveles preocupantemente bajos.

Todo esto está contribuyendo a una rápida disminución de las criaturas salvajes, tanto en tierra como en el océano.

El estudio de Ceballos destaca la urgencia de esta crisis y la necesidad de cambio.

“La buena noticia es que todavía tenemos tiempo”, dijo. “Estos resultados muestran que es hora de actuar, la ventana de oportunidad es pequeña, pero todavía podemos hacer algo para salvar especies y poblaciones”.

De lo contrario, “la aniquilación biológica” continuará.

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