Tres de los 5 ex presidentes vivos de Perú se han visto vinculados con el caso de corrupción de Odebrecht.
Todo comenzó con Alejandro Toledo. Hace más de 5 meses hay dos órdenes de captura en su contra. Una por la acusación de haber recibido un soborno de 20 millones de dólares de la constructora a través de su amigo Yosef Maiman. El ex mandatario se encuentra en Estados Unidos y el actual presidente de Perú se ha referido a su esperada captura.
En abril, la Fiscalía de Perú abrió una investigación preliminar contra Alan García, por presunto cohecho para favorecer a Odebrecht en la adjudicación del proyecto de la Línea 1 del Metro de Lima. García -quien vive en España- aseguró en su cuenta de Twitter que estaba “dispuesto a toda investigación y a concurrir a cualquier citación”.
Ollanta Humala, en tanto, se encuentra en prisión preventiva junto a Nadine Heredia.
La ex pareja presidencial acusó una persecusión política tras entrar este jueves a prisión preventiva acusados de lavado de activos y asociación ilícita. Habrían recibido 3 millones de dólares de la empresa brasileña para la campaña de 2011. Sin embargo, en Perú no es ilegal el financiamiento a campañas desde el extranjero.
De los restantes ex presidentes vivos, el dictador Francisco Morales Bermudez y Alberto Fujimori han sido condenados por casos de violaciones a los derechos humanos. Morales a cadena perpetua por la justicia italiana, por su participación en la llamada operación Cóndor y Fujimori a 25 años de presidio por asesinatos, secuestros y malversación de caudales públicos que cumple en la cárcel de Diroes, en Lima, mismo recinto que ahora recibió a Humala, reuniéndolos de forma inédita y no precisamente en el Palacio de Gobierno.
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