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No es nuevo. Jovino Novoa les dijo a los fiscales del caso Penta que eran súper héroes de cartón, MEO dijo estar siendo perseguido políticamente y Orpis lo mismo política en Corpesca y así.

Ahora Sebastián Dávalos tras ser sobreseído en una de las aristas de CAVAL acusó que el caso CAVAL era político, tildó de “muy corrupta” a la Fiscalía de Ohiggins y anunció querellas contra su cabeza, Emiliano Arias.

Transversalmente se ha tratado de descreditar a quienes los fiscales, en vez de defender su inocencia. Claro que inesperadamente el Fiscal Nacional les dio una herramienta a muchos críticos e hizo un flaco favor a su institución al calificar erróneamente de corrupción las filtraciones.

Por supuesto que el hijo de la Pdta tiene derecho de querellarse. Pero la Fiscalía tiene el deber de investigar todo lo que le resulte sospechoso y formalizar por nuevos hechos si estima que hay méritos.

Nadie debe ser perseguido por sus vínculos familiares, pero tampoco nadie puede estar exento de escrutinio judicial por la misma razón. Ambas cosas se deben discutir en tribunales.

Y es la publicidad, lo público del proceso penal, lo que da garantías a los inocentes y tb a los culpables de un trato justo.

 

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