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Estados Unidos mostró su preocupación por Rusia que haya podido manipular cualquier vestigio de un posible ataque químico sobre la población rebelde de Duma y llamó a todas las partes implicadas en el conflicto a permitir una investigación “segura, rápida y con total acceso” a la OPAQ.

Desde que se produjo el presunto ataque sobre Duma, el pasado 7 de abril, Washington ha responsabilizado a Moscú de dicha acción por “haber permitido” al Gobierno de Bachar al Asad el uso de este tipo de armamento ilegal.

Durante la jornada, la Casa Blanca aseguró que en “un futuro cercano” decidirá sobre la posibilidad de imponer sanciones a Rusia en represalia por su apoyo a Al Asad.
A pesar de que a lo largo de la semana pasada el secretario de Defensa, James Mattis, insinuó que aguardaría al resultado de una investigación de la OPAQ antes de tomar medidas contra Siria, finalmente el viernes fuerzas de EE.UU., Francia y Reino Unido ejecutaron un ataque con misiles contra tres presuntas instalaciones gubernamentales.
 

“Esto se ha vuelto bastante partisano. Cada uno toma partido por lo que cree que es una lucha relativamente justa”, afirmó en su análisis internacional, Raúl Sohr.

 

“Este no es un ataque por un escándalo ético o moral de las armas químicas. Esa es la excusa. Lo que se está viviendo acá es el final de una guerra que Occidente está perdiendo”.

 

A esto, Sohr agregó: “La guerra que se está librando en Siria es por el control del medio oriente”

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